Foro de poesía

Amigo:
Ayer tendí la mano al hombre que soñaba,
y cuyos sueños transformaba en palomas de fuego.
Tendí mi mano a ese hombre de rostro imberbe,
y caminar cansado.

Llegó hasta aquí a bordo de un tren,
con su ligero equipaje:
una raída bolsa de cuero,
y un poemario de Labordeta bajo el brazo.

Sí.
Llegó y le tendí mi mano.

Solo estuve con él una tarde,
es decir,
un efímero instante de mi vida,
para escuchar sus versos,
y estrechar sus manos.

Partió cuando ya la luna asomaba tímidamente
allá a lo lejos,entre las montañas.

Sus palomas de fuego invadieron el cielo.
Un tren irrumpió, sin darme cuenta en la estación,
y aquel hombre,
junto a sus sueños y sus palomas,
desapareció para siempre de mi lado.

Sin embargo,
aquel efímero encuentro no fue en vano.

Sabed que, si hoy escribo,
y comparto con vosotros mis versos,
es, gracias a él,
a su inefable presencia junto a mí, aquella tarde.

Algo profundo y misterioso sucedió entre ambos.
No me preguntéis el qué,
puesto que yo también lo ignoro.

Solo os puedo decir que, desde entonces,
siento fuego de palabra en mis entrañas.

En mis sueños, cataratas inmensas de tinta
forman infinidad de riachuelos,
que arrastran consigo signos y letras.

La inspiración no me abandona;
es algo así como una estrella que tilita,
incrustada en mi sueño de poeta.

¡ Efectívamente !
Algo profundo y misterioso sucedió entre ambos... aquella tarde.

JAIME: Qué bueno que ese viajero apareció en tu vida, pues gracias a ese encuentro, hoy compartes con nosotros bellos versos de tu inspiración. Un placer poder dejarte mi huella y un cordial saludo.

hola poeta es una palcer tenerlo por aqui compartiendo sus vivencias y le doy la mas cordial bienvenida esperando con ansia volver a leer su poesia

Saludos.

Gracias por esos comentarios sobre el poema del viajero.
Supongo que todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos tenido la suerte de encontrarnos con alguien, cuya sabiduria vital, no ha sido otra que la experiencia que le ha otorgado la vida, y esa irrefrenable necesidad de expresar con palabras, lo que los sentimientos guardan en silencio.

Un abrazo.

Jaime

Jaime escribió:

Amigo:
Ayer tendí la mano al hombre que soñaba,
y cuyos sueños transformaba en palomas de fuego.
Tendí mi mano a ese hombre de rostro imberbe,
y caminar cansado.

Llegó hasta aquí a bordo de un tren,
con su ligero equipaje:
una raída bolsa de cuero,
y un poemario de Labordeta bajo el brazo.

Sí.
Llegó y le tendí mi mano.

Solo estuve con él una tarde,
es decir,
un efímero instante de mi vida,
para escuchar sus versos,
y estrechar sus manos.

Partió cuando ya la luna asomaba tímidamente
allá a lo lejos,entre las montañas.

Sus palomas de fuego invadieron el cielo.
Un tren irrumpió, sin darme cuenta en la estación,
y aquel hombre,
junto a sus sueños y sus palomas,
desapareció para siempre de mi lado.

Sin embargo,
aquel efímero encuentro no fue en vano.

Sabed que, si hoy escribo,
y comparto con vosotros mis versos,
es, gracias a él,
a su inefable presencia junto a mí, aquella tarde.

Algo profundo y misterioso sucedió entre ambos.
No me preguntéis el qué,
puesto que yo también lo ignoro.

Solo os puedo decir que, desde entonces,
siento fuego de palabra en mis entrañas.

En mis sueños, cataratas inmensas de tinta
forman infinidad de riachuelos,
que arrastran consigo signos y letras.

La inspiración no me abandona;
es algo así como una estrella que tilita,
incrustada en mi sueño de poeta.

¡ Efectívamente !
Algo profundo y misterioso sucedió entre ambos... aquella tarde.

QUIEN SERIA ESE VIAJERO JAIME?
ACASO UN ÁNGEL QUE DESPERTÓ
EN TÍ AL POETA DORMIDO? QUE
BIEN POR EL, MIS SALUDOS PARA
TI Y UN GUSTO LEERTE...