EL SUEÑO DE UNA ORQUIDEA
Publicado: Jue Feb 12, 2009 15:07
"...tanto tiempo viviendo en parajes desoladores, antaño llenos de agua,
pero la furia de los dioses, llenó mi maceta de arena que no me dejaba... ni respirar...
por eso he decidido soñar...con volar a otro lugar..."
El silencio de mis noches,
me llevan con la suave brisa callejera.
desde mi Egipto querido,
donde nací con cariño,
al son de tormentas de arena.
en el piquito de la casa de Keops...
yo le conocia bien,
siempre me dedico su cariño, su sonrisa.
pero ya cansada de tanto encarcelamiento,
en los parajes desolados.
quise volar, lanzé mi polen de ternura,
en el palpitar de las fuertes ventiscas del desierto.
estuve esperando mensaje de los dioses,
pero nunca llegó...
hoy he decidido volar...

irme a otros lugares, en donde,
el agua... la belleza, el carmin de las rosas,
penetre en mi cuerpo,
se deslize esas otoñales sonrisas de margaritas.
de las que te guiñan el ojo cuando te ven venir...
y en donde el sol me tenga respeto,
en donde sus punzantes hilos no agujereen mas mis venas.
en donde la gente, con sus miradas de amor fraterno,
se ajusten las lanas, sus enaguas,
y me piropeen cariños,
que se enamoren de mi ombligo...
y yo con mi camisita ajustada,
marcando pezones,
paseando por la calle del desencanto.
con la cabecita bien alta y
diciendote mi amor...
que aqui por siempre quiero vivir.
Jorge Miguel Díaz Baena
pero la furia de los dioses, llenó mi maceta de arena que no me dejaba... ni respirar...
por eso he decidido soñar...con volar a otro lugar..."
El silencio de mis noches,
me llevan con la suave brisa callejera.
desde mi Egipto querido,
donde nací con cariño,
al son de tormentas de arena.
en el piquito de la casa de Keops...
yo le conocia bien,
siempre me dedico su cariño, su sonrisa.
pero ya cansada de tanto encarcelamiento,
en los parajes desolados.
quise volar, lanzé mi polen de ternura,
en el palpitar de las fuertes ventiscas del desierto.
estuve esperando mensaje de los dioses,
pero nunca llegó...
hoy he decidido volar...

irme a otros lugares, en donde,
el agua... la belleza, el carmin de las rosas,
penetre en mi cuerpo,
se deslize esas otoñales sonrisas de margaritas.
de las que te guiñan el ojo cuando te ven venir...
y en donde el sol me tenga respeto,
en donde sus punzantes hilos no agujereen mas mis venas.
en donde la gente, con sus miradas de amor fraterno,
se ajusten las lanas, sus enaguas,
y me piropeen cariños,
que se enamoren de mi ombligo...
y yo con mi camisita ajustada,
marcando pezones,
paseando por la calle del desencanto.
con la cabecita bien alta y
diciendote mi amor...
que aqui por siempre quiero vivir.
Jorge Miguel Díaz Baena