Mi frente duele...
Publicado: Mar Feb 17, 2009 18:16
Mi frente duele una
temperatura volcánica.
Se eleva amplia
sin preámbulos
ni manifestaciones.
Mi frente duele a horno quemado donde crepitan
las comidas de los muertos.
Sin embargo abrazamos la vida como a una madre desnuda
y tratamos de ser felices.
La noche se enciende en su triste abismo
y una palabra desnuda el grito de las campanas
como acordeón de relámpago anidando su música
en la grava.
Más allá duerme un rayo colgado como un
ahogado entre las sombras,
y el fósil del trueno duerme en el cascajo
que
modelan las arenas.
Mi frente duele una
temperatura volcánica
Se eleva amplia
con Cristos clavando sus maderos.
Se eleva amplia
con el dolor pegado al hueso.
y camina por las calles y los ríos
y se enreda en mis pies, mi cintura
y me mira a los ojos como el padre
que se aleja con el pan a la hora de mi llanto.
Así es mi frente de explosiva,
tiene la enfermedad de los náufragos
de pensar exclusivamente en la muerte
y el viento afuera viene y va y regresa y revienta
como ola envejecida en sus entrañas.
A las seis la noche abre sus ventanas a la luz escondida, emocionada
esperando partirse en pan para alimentar a los pájaros,
y entra pidiendo permiso para vestir a mi frente como a
una muchachita elegante de domingo con leche.
Sin embargo todos se habrán ido:
La imperfección de mi cuerpo desnudo;
el lápiz que borro mis extremidades en el papel amarillo;
el cigarro que bostezo antes de vestirse de ceniza / algunos libros muertos de infarto en la página 100, en fin…
Ahora mi frente ve todo muerto y no me conmuevo,
mañana me veré muerto y tampoco me conmoveré.
Mi frente duele una
temperatura volcánica
se eleva amplia
sin aviso
sin despedidas…
temperatura volcánica.
Se eleva amplia
sin preámbulos
ni manifestaciones.
Mi frente duele a horno quemado donde crepitan
las comidas de los muertos.
Sin embargo abrazamos la vida como a una madre desnuda
y tratamos de ser felices.
La noche se enciende en su triste abismo
y una palabra desnuda el grito de las campanas
como acordeón de relámpago anidando su música
en la grava.
Más allá duerme un rayo colgado como un
ahogado entre las sombras,
y el fósil del trueno duerme en el cascajo
que
modelan las arenas.
Mi frente duele una
temperatura volcánica
Se eleva amplia
con Cristos clavando sus maderos.
Se eleva amplia
con el dolor pegado al hueso.
y camina por las calles y los ríos
y se enreda en mis pies, mi cintura
y me mira a los ojos como el padre
que se aleja con el pan a la hora de mi llanto.
Así es mi frente de explosiva,
tiene la enfermedad de los náufragos
de pensar exclusivamente en la muerte
y el viento afuera viene y va y regresa y revienta
como ola envejecida en sus entrañas.
A las seis la noche abre sus ventanas a la luz escondida, emocionada
esperando partirse en pan para alimentar a los pájaros,
y entra pidiendo permiso para vestir a mi frente como a
una muchachita elegante de domingo con leche.
Sin embargo todos se habrán ido:
La imperfección de mi cuerpo desnudo;
el lápiz que borro mis extremidades en el papel amarillo;
el cigarro que bostezo antes de vestirse de ceniza / algunos libros muertos de infarto en la página 100, en fin…
Ahora mi frente ve todo muerto y no me conmuevo,
mañana me veré muerto y tampoco me conmoveré.
Mi frente duele una
temperatura volcánica
se eleva amplia
sin aviso
sin despedidas…