
Un momento puede valer una eternidad,
no es el paso del tiempo que marca su valor,
es de aquel instante vivir su intensidad,
innecesario fuera declarar aquel amor,
ni lamentar del silencio el callado dolor.
Para guardarlo en el corazón cual tesoro,
ni siquiera de dos debe ser el sentimiento,
que jamás sepas por quien es el amargo lloro,
para donde el viento lleva el dolido lamento,
de quien melancolía constante yo siento.
Cual hermosa joya guardado ha quedado,
bajo mil llaves con firme cerradura,
en cofre de carne y leal sangre guardado,
perdurara por una eternidad su hermosura,
azul con besos de sol perfilando tu figura.
Si acaso el tiempo en su paso inexorable,
de la flor marchita su belleza y color,
el gozo de aquel instante inigualable,
en que juntos gozamos de su esplendor.
Eterno será si lo guardamos con amor