
Antes de ser
ya me pensabas
dueña de la posada
donde calmar tu sed,
vestidura fiel
del color del encanto
donde lo inesperado
siempre espera volver.
Antes de latir
ya me intuías,
trazos de algarabías
dejándose fluir
en el convenir
del impulso atrevido
emborrachándonos del vino
fermentado en un sí.
Antes de pisar
ya me caminabas
donde las hadas
juegan a fantasear,
donde dejarse llevar
nos llevó a ser uno,
latiendo en el rumbo
del verbo amar.
Esencia