Mensaje
por Mujer de Espuma » Jue Mar 19, 2009 19:30
Enmascarabas tu rostro con rasgos de sencillez,
exhibiendo ante mis ojos miradas de timidez,
pero sabias dañarme con razones inventadas...
incrustándose en mi alma como púas afiladas,
venias hasta mi alcoba jurando que me adorabas,
y creyéndote sincero en tus brazos me entregaba,
con mi corazón viviendo de tus absurdas patrañas...
indolente como el hielo sin compasión te marchabas
Wowww, amiga, que tal estocada, para aquel que si bien creó la decepción, también dejó desenvainar la espada del honor, en estos fuertes versos, escritos con tinta sangre, desde un corazón atribulado.
Un no rotundo, ante el engaño perpetuado.
Bravo mi Poeta, por este ejemplo de pundonor que debe tenerse ante estos casos.
Borrón y cuenta nueva.
Un ramito de ilusiones amarillas, para ti, reina, admirándote.
Te quiere mucho tu siempre hermana, compañera de pañuelito...
Queta