Roces de arena y tierra
Publicado: Dom Abr 19, 2009 03:03
Roces de arena y tierra
Quedándome a distancia, desconcertado y solo,
Me cierro como un témpano que flota por el polo.
No quiero abrir mis manos en busca de tus palmas,
Pues sé cuánto vacías están nuestras dos almas…
Con el puño apretando una porción de arena,
Seguro estoy logrando no acariciar tu pena.
Mas no sé si, dormido, se separa algún dedo
Y se escurre la arena por tu espalda sin miedo.
Y no sé si te pasa hace tiempo lo dicho,
Porque mi alma, en descanso, junta arena a capricho.
Al despuntar el alba, ya de pie, me sacudo
Y rueda la caricia que saberse no pudo.
Roces de arena y tierra, de silencio y secreto,
A la seria vigilia le faltan el respeto.
Cuando me das la espalda y te invade el descanso,
Confieso que me cuesta dormirme así de manso.
Ata mis manos, niña, si duermes con tu amigo,
Porque no fue mi cuerpo quien se enfadó contigo.
Bien pueden nuestras almas estar o no distantes,
Mas juro que el enojo nos toca hasta con guantes…
Al despertar, los roles de a poco se incorporan
Y mis manos la arena de otros rumbos exploran…
También así lo tibio de tu palma se cierra
Y tomas, del orgullo, un puñado de tierra.
A.Carpo.
Quedándome a distancia, desconcertado y solo,
Me cierro como un témpano que flota por el polo.
No quiero abrir mis manos en busca de tus palmas,
Pues sé cuánto vacías están nuestras dos almas…
Con el puño apretando una porción de arena,
Seguro estoy logrando no acariciar tu pena.
Mas no sé si, dormido, se separa algún dedo
Y se escurre la arena por tu espalda sin miedo.
Y no sé si te pasa hace tiempo lo dicho,
Porque mi alma, en descanso, junta arena a capricho.
Al despuntar el alba, ya de pie, me sacudo
Y rueda la caricia que saberse no pudo.
Roces de arena y tierra, de silencio y secreto,
A la seria vigilia le faltan el respeto.
Cuando me das la espalda y te invade el descanso,
Confieso que me cuesta dormirme así de manso.
Ata mis manos, niña, si duermes con tu amigo,
Porque no fue mi cuerpo quien se enfadó contigo.
Bien pueden nuestras almas estar o no distantes,
Mas juro que el enojo nos toca hasta con guantes…
Al despertar, los roles de a poco se incorporan
Y mis manos la arena de otros rumbos exploran…
También así lo tibio de tu palma se cierra
Y tomas, del orgullo, un puñado de tierra.
A.Carpo.