Mensaje
por Doral. » Lun Feb 04, 2008 19:53
Amiga poetisa; es primera vez que leo uno de sus poemas, veo que recién ha ingresado a nuestro Foro de Literatura y Poesía y me es muy grato darle la más cordial bienvenida en nombre de Shoshan y su equipo de moderadores, esperando su estancia en esta Comunidad Internacional, sea de vuestro agrado, que es un honor en verdad tenerla con nosotros.
Y respecto a su bellísimo aporte, permítame regalarle las cosas que yo diría, en vínculos con tan hermoso poema suyo amiga de mi corazón:
Quiero decirte cosas: torbellinos de pensamientos sueltos, pequeñas mariposas azules, o semillas de dulces frutos, para que, estés donde estés, me recuerdes.
El éter es un río profundo donde crece la raíz del sentimiento: sumerjamos en él nuestras manos para que se encuentren…Sé que te herí y sin embargo no soy una rosa ni tengo espinas.
Tu oleaje tormentoso, hace que de mi arena broten lágrimas. A veces, cuando me falta el aire, sé que estás lejos…Un nudo corredizo, ahoga y atrapa mis palabras dulces.
Tú escuchas mis latidos, lo sé, son demasiado perturbadores e intensos, capaces de recorrer kilómetros de ausencias…Nunca nos despojaremos de la máscara, pero… hemos aprendido a percibir lo que ocurre bajo en cartón-piedra que nos impone la vida.
Hay demasiados espejos intentando atrapar nuestras miradas, fragmentémoslos con ese ahogo que nos nace en la voz al hablarnos a través de líneas.
He vuelto a sentir la magia de nacer de nuevo dentro de tus ojos. Allí, en el océano que habita en tus pupilas, puedo bañarme desnuda de pudores. Me has poseído tantas veces, que he llegado a olvidar que alguna vez no fui tuya.
Aún quedan en "nuestros mundos", selvas acogedoras, húmedas y virginales que nadie ha osado explorar…Siento celos de los pequeños dedos de hierba verde que acarician las plantas de tus pies; de las juguetonas gotas de agua que dan masajes apacibles a tu cuerpo; del polvo estelar que penetra en tus sueños atravesando tus párpados dormidos.
Quiero decirte cosas, muy cerca, junto a tu oído, en la comisura de tus labios; enredarlas en tu pelo, hacerlas resbalar sobre tu espalda, para que penetren en tus huecos dormidos, y que sólo tú las escuches.
Cuando despiertes al alba, con la vaga sensación de no estar solo, sabrás que nos hemos soñado.
Gracias por permitirme dejarle este humilde regalito mi bella mujer amiga poetisa,
en vuestro divino jardín de letras.
Vuestra amiga siempre.
Doral.
"La felicidad es un estado mental, tú defines si quieres serlo o no"