Las olas, cambiaran el mañana
Dejando libre la esperanza.
Ahogando la desgracia, para que
Solo quede la paz.
La lluvia fortalecerá la fe, remojara
La tierra seca que al mucho caminar
Fue decayendo. La bendición de
La vida, le devolver la vitalidad.
El dulce agua, aliviara tu garganta
Para que tú dulzura no se ausente
Más, devolverá tu frescura que
Hará falta cuando te enfades.
Lo que no podrá darnos el agua
Será tu alegría, porque tú no estás.
El cielo llorara tanto, porque no
Tiene a quien le brinda alegría en la soledad.
Llorar tanto que su bendición
Desbordara, inundando a todos
Arrastrando con sus lágrimas
Todo, desde la maldad al amor.
Si tú no quieres que esto suceda,
Vuelve aquí, regresa a mí. Y bríndanos
A todos un poco de tu felicidad.
Y así tranquiliza la lluvia, que hasta hoy no deja
De llorar.
