
Somos manos buscando
desde lo profundo
de los médanos, la blanca
arena iluminada por el sol.
Somos manos confundidas
en la oscuridad, intentando
encontrar nuestra propia identidad.
Somos manos sangrando
día a día esperando palpar
almas humildes, sensibles, honestas.
Somos manos confundidas
que buscamos, esperamos,
sangramos . . .
sin perder la magia de las caricias.

Grisel Vidales.