¿Cuántos caminos tiene que andar un hombre
antes de que le llaméis hombre?
¿Cuántos mares tiene que surcar
la paloma blanca
antes de poder descansar en la arena?
Sí, ¿y cuánto tiempo tienen que volar
las balas de cañón
antes de que sean prohibidas para siempre?
La respuesta, amigo mío,
está soplando en el viento,
la respuesta está soplando en el viento.
Sí, ¿y cuánto tiempo tiene un hombre
que mirar hacia arriba
antes de que pueda ver el cielo?
Sí, ¿y cuántos oídos tiene que tener un hombre
para que pueda oír a la gente gritar?
Sí, ¿y cuántas muertes se aceptarán,
hasta que se sepa
que ya ha muerto demasiada gente?
La respuesta, amigo mío,
está soplando en el viento,
la respuesta está soplando en el viento.
Sí, ¿y cuántos años puede existir una montaña
antes de ser bañada por el mar?
Sí, ¿y cuántos años deben vivir algunos
antes de que se les conceda ser libres?
Sí, ¿y cuantas veces puede un hombre
volver la cabeza
fingiendo no ver lo que ve?
La respuesta, amigo mío,
está soplando en el viento,
la respuesta está soplando en el viento.
Bob Dylan (n. Duluth, Minnesota, Estados Unidos, 24 de mayo de 1941), nacido como Robert Allen Zimmerman, es un músico, cantante y poeta estadounidense. Ha sido, durante cinco décadas, una de las mayores figuras en la música popular, siendo considerado uno de los compositores y músicos más influyentes y prolíficos del siglo XX.[2]
Muchos de los más célebres trabajos de Dylan datan de la década de 1960, en la cual se convirtió en un cronista informal de los conflictos estadounidenses. Algunas de sus canciones, como "Blowin' in the Wind" y "The Times They Are a-Changin'", se convirtieron en himnos antibélicos, especialmente contrarios a la Guerra de Vietnam, y de los movimientos civiles de la época.[3] El penúltimo álbum de estudio de Dylan, Modern Times, publicado en 2006, entró directamente en el primer puesto de la lista Billboard 200 y fue nombrado álbum del año por la revista musical Rolling Stone.
Las primeras letras de Dylan abordaban temas sociales y filosóficos y delataban una fuerte influencia literaria, desafiando la música pop convencional existente y apelando generalmente a la contracultura de aquel tiempo. Mientras expandía y personalizaba estilos musicales, mostraba una firme devoción por muchas tradiciones de la música americana, desde el folk, el country, el blues, el gospel, el rock and roll y el rockabilly hasta la música folk inglesa, escocesa e irlandesa, pasando por el jazz y el swing.[4] [5]
A lo largo de su carrera, Dylan ha sido reconocido y honrado por sus composiciones, interpretaciones y grabaciones. Sus discos le han valido varios Grammys, Globos de Oro y premios de la Academia, y su nombre se halla en el Salón de la Fama del Rock and Roll, el Salón de la Fama de Compositores de Nashville y el Salón de la Fama de los Compositores. En enero de 1990, fue investido Caballero de la Orden de las Artes y Letras por el Ministro de Cultura de Francia Jack Lang. En 1999, fue incluido en la lista de las cien personas más influyentes del siglo XX elaborada por la revista Time. En el año 2000, ganó el Premio de Música Polar de la Real Academia Sueca de Música,[6] y en 2004 alcanzó el segundo puesto en la lista de los 100 mejores artistas de todos los tiempos elaborada por la revista Rolling Stone, después de The Beatles.[7] [8] El 13 de junio de 2007 fue premiado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes,[9] y en 2008 recibió un reconocimiento honorario del Premio Pulitzer por su "profundo impacto en la música popular y en la cultura americana, marcado por sus composiciones líricas de extraordinario poder poético". En este contexto, desde 1996 diversos autores y académicos han nominado a Dylan para la candidatura del Premio Nobel de Literatura