Vierte la luna débil sus albores sagrados
sobre moles de mármol que cruza el soñoliento
como una basquiña, de ese vaporoso argento
paso de alguna virgen en velos nacarados.
A los cisnes sedeños que abren esos juncales
con su quilla de pluma donde la luz reposa
les deshoja su mano la más nevada rosa,
en aguas los pétalos difunden sus espirales.
Cuando el agua hervorosa bruñida por la luna
soledad extasiada, dulcificante duna
sus voces cristalinas sin término propaga,
De la rútila noche con su cielo implacable
-¿que alma padeciera de la magia inexorable
sin exhalar un grito puro como una daga?
SACARIAS
sobre moles de mármol que cruza el soñoliento
como una basquiña, de ese vaporoso argento
paso de alguna virgen en velos nacarados.
A los cisnes sedeños que abren esos juncales
con su quilla de pluma donde la luz reposa
les deshoja su mano la más nevada rosa,
en aguas los pétalos difunden sus espirales.
Cuando el agua hervorosa bruñida por la luna
soledad extasiada, dulcificante duna
sus voces cristalinas sin término propaga,
De la rútila noche con su cielo implacable
-¿que alma padeciera de la magia inexorable
sin exhalar un grito puro como una daga?
SACARIAS