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Poema=



DE ESE ADIOS EN SILENCIO



Mis pasos se han marchado de tu lado,
tu cuerpo yerto dejo desolado,
las horas de este amor son un tormento,
callada abandoné nuestro aposento.

Con tibieza besé tu frente helada,
me dolía dejar nuestra morada,
el verte ahí durmiendo te inmolaba,
me infundía un valor que se anunciaba.

No supiste de mi adiós el motivo,
la soledad fue punto decisivo,
pudiste detener mi paso firme,
me dejaste partir en vez de asirme.

El dolor se expresa con libre llanto,
limpiando las lágrimas con un manto,
no se es menos varón por demostrarlo,
aunque dentro no puedas evitarlo.

He marchado agotada del hastío,
estando juntos había vacío,
nuestro corazón se durmió silente,
se cansó de penar en el presente.

Las sombras dejé en tu ventana ahora,
el sol no llegará a entrar en su hora,
mi cuerpo añora al tuyo confundido,
solitario vaga y está perdido.

Volveré mi amor a tu lecho amante,
mi amor no tiene nada de arrogante,
el sendero anunciará mi regreso,
es mucho el amor que yo te profeso.



Autor: Blanca N. García González
TARDE GRIS
(Derechos Reservados)

Con mucho cariño querido amigo VICTOR
mi poeta admirado...saludos y cuídate
siempre...

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Poema=


ADIÓS EN EL SILENCIO
Y
DE ESE ADIOS EN SILENCIO



Herida la noche con la primera claridad del día,
estremeció mi cuerpo tan letal presentimiento.
Mis sentidos en guardia fingiendo que dormía,
te vi cautelosa abandonar nuestro aposento.

Mis pasos se han marchado de tu lado,
tu cuerpo yerto dejo desolado,
las horas de este amor son un tormento,
callada abandoné nuestro aposento.

Tus labios rozaron levemente mi frente,
inyectando el frío aliento de tu ausencia.
Quizá el remordimiento fustigaba tu mente
con mi fingido sueño al calor de tu presencia.

Con tibieza besé tu frente helada,
me dolía dejar nuestra morada,
el verte ahí durmiendo te inmolaba,
me infundía un valor que se anunciaba.

Te ibas y no sabía el por qué de tu partida,
Pensé detenerte pero era inútil ya hablar
Y haciendo uso del cobarde valor de mi hombría,
estático en ese fingido sueño: Te dejé marchar.

No supiste de mi adiós el motivo,
la soledad fue punto decisivo,
pudiste detener mi paso firme,
me dejaste partir en vez de asirme.

El varón no gime ante dolores o sufrimientos,
una lágrima visible es vergonzosa cobardía,
su lloro exterior es seco pero en sus adentros,
anegada el alma llora sangre su melancolía.

El dolor se expresa con libre llanto,
limpiando las lágrimas con un manto,
no se es menos varón por demostrarlo,
aunque dentro no puedas evitarlo.

No se si te marchaste hastiada de ternuras,
o te llevó engañosa ilusión hacia otro puerto,
lo cierto es que te fuiste dejando amarguras.
Ya en mis sábanas se siente el añoro de tu cuerpo.

He marchado agotada del hastío,
estando juntos había vacío,
nuestro corazón se durmió silente,
se cansó de penar en el presente.

Quedé de momento agitado y deprimido,
torné a verte desaparecer en la penumbra,
doliente el alma pero el corazón erguido,
en mi ventanal abierto ya tu sol no alumbra.

Las sombras dejé en tu ventana ahora,
el sol no llegará a entrar en su hora,
mi cuerpo añora al tuyo confundido,
solitario vaga y está perdido.

Te marchaste y aún no se por que te has ido,
fuiste grata pero efímera ilusión aquí en mi lecho.
Sin encono desde esta fría soledad te he bendecido,
guardando con celo tus íntimos suspiros en mi pecho.

Volveré mi amor a tu lecho amante,
mi amor no tiene nada de arrogante,
el sendero anunciará mi regreso,
es mucho el amor que yo te profeso.



Autor: Blanca N. García González
TARDE GRIS (De ese adiós en silencio)
(Derechos Reservados)
VICTOR SANTA ROSA
Adiós en el silencio
(Derechos Reservados)

Unidas ahora nuestras plumas amigo mío,
mis saludos con cariño y te cuidas siempre...
Gracias por tu inspiración. Un abrazo.




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