Gracias
Publicado: Lun Dic 21, 2009 22:03
Una mujer se apareció en mi mente,
una mujer que nunca antes había visto
pero pude llegar a saber quién era,
ya que gracias a Ella existo.
Su negra cabellera al viento ondeaba,
sus ojos almendrados me deleitaban,
con un cuerpo bello y majestuoso...
todos sus rasgos la perfección rozaban.
Las manos puestas en su pecho,
su cara protectora mostraban,
y su mirada misericordiosa
de cariño mi ser impregnaba.
Me sentí insignificante ante Ella,
una noble energía desprendía,
amor y sensatez destacaban
acompañadas de una gran sabiduría.
No pude hacer más que,
con toda mi debilidad,
arrodillarme a sus pies,
a los pies de la divinidad.
Ante mis más perturbadores sollozos,
Ella se inclinó a mi altura,
y de sus hermosos labios,
nacieron poesía pura.
"Yo no tengo ningún criado,
¿se te ha ido la cordura?
¡levántate de nuevo
y recupera tu compostura!"
Lo hice, y en aquél momento
lágrimas de mis ojos salieron.
"Mil cosas me gustaría contarte,
sin que se las lleve el viento"
Con su mirada sublime,
me otorgó la palabra,
mas no sabía que decirle,
esclavo de mis emociones me encontraba.
"Gracias" es lo que se fue de mi boca.
Los pensamientos fluían por mi cabeza,
sin embargo más no dije,
por mentira que parezca.
Aunque en mi interior,
algo me decía que lo entendería,
solamente era una simple palabra
pero mucha fuerza poseía...
Ella ilumina mi preciada vida,
como la luna la preciosa noche.
Después de mucho te encontré,
y ahora mi camino sigo sin derroche.
"Gracias"
una mujer que nunca antes había visto
pero pude llegar a saber quién era,
ya que gracias a Ella existo.
Su negra cabellera al viento ondeaba,
sus ojos almendrados me deleitaban,
con un cuerpo bello y majestuoso...
todos sus rasgos la perfección rozaban.
Las manos puestas en su pecho,
su cara protectora mostraban,
y su mirada misericordiosa
de cariño mi ser impregnaba.
Me sentí insignificante ante Ella,
una noble energía desprendía,
amor y sensatez destacaban
acompañadas de una gran sabiduría.
No pude hacer más que,
con toda mi debilidad,
arrodillarme a sus pies,
a los pies de la divinidad.
Ante mis más perturbadores sollozos,
Ella se inclinó a mi altura,
y de sus hermosos labios,
nacieron poesía pura.
"Yo no tengo ningún criado,
¿se te ha ido la cordura?
¡levántate de nuevo
y recupera tu compostura!"
Lo hice, y en aquél momento
lágrimas de mis ojos salieron.
"Mil cosas me gustaría contarte,
sin que se las lleve el viento"
Con su mirada sublime,
me otorgó la palabra,
mas no sabía que decirle,
esclavo de mis emociones me encontraba.
"Gracias" es lo que se fue de mi boca.
Los pensamientos fluían por mi cabeza,
sin embargo más no dije,
por mentira que parezca.
Aunque en mi interior,
algo me decía que lo entendería,
solamente era una simple palabra
pero mucha fuerza poseía...
Ella ilumina mi preciada vida,
como la luna la preciosa noche.
Después de mucho te encontré,
y ahora mi camino sigo sin derroche.
"Gracias"