Plasmo en este papel… el dolor de un triste adiós.
La sinfonía de una triste despedida
me hace sentir que hoy… no quedan ganas
de seguir con vida.
Se ha muerto mi alma… se ha muerto mi alegría
los sueños hechos añicos, culpa de ese pequeño
tramo de la vida… que creí que podía
resistirla.
Se ha cortado el camino para ella… y ella ha cortado
el mío, las lagrimas desparramadas
inundan mi única salida… y ahora solo queda de escapatoria…
El suicido.
La decisión ya estaba tomada… la angustia se calmaría al fin
todo en un segundo quedaría en la nada.
Una brisa… entra por la ventana… acaricia mi espalda… baja el arma.
Un ángel lloraba en mi hombro.
La angustia empieza a calmar… el sol vuelve a brillar…
Un ángel me ha empujado a continuar… a nadar en ese camino
inundado y salir de ahí… de ese pequeño rincón
donde solo había padecimientos.
Ella… se ha llevado mi sufrimiento
dejo en mí… ganas para seguir luchando,
de no rendirme nunca… no bajare los brazos.
Porque por ella, seguiré caminando.
Me ha salvado de mi… la alegría vuelve de apoco
porque sé que ella se encuentra cerca
porque sé que ese pequeño tramo tuvo que suceder así,
pero no quita… que no llore más por ella.