Una pícara mirada
Se despierta en la madera
De aquélla que está sentada
Con un cigarro de cera.
Busca calor en su cama,
Corazón desorbitado,
Que recuerda lo cansada
De vivir parpadeando.
Su sonrisa bella dama,
Delgada y abariciosa,
Pero no consiguió nada
Mas una vida orgullosa
Su pelo dorado luce
Bajo los focos del templo
En la noche se descubre
Fiel latido de su cuerpo.
Tigre dotado de encanto
De dulce animal pausado,
Lo vigila desde antaño,
Lo quiere ya cautivado.
Él astuto,como cree,
No le presta su paseo,
Y se queda,todos ven,
Tan tranquilo en su apogeo.
Pero la noche transcurre,
Y los animales mansos
Se despiden cuando cubre
La tierra el sol con su brazo.
Y ahora se quedan los tres,
El tigre y la soñadora
Mariposa de poder
Que juega a ser amapola.
Tan bella como el querer,
Tan vacía de estar sola
Está buscando tener
Pronto ese tigre en su alcoba.
El embrujo de su ser,
Con varias copas de vino,
El tigre sabe crecer
Con las risas de su amigo.
Pero él se va cansado,
Y lo deja con su dueña,
Que ya lo tiene domado,
No hay serpiente tan risueña.
Entonces se va arrastrando
Hasta que llega a su mesa,
Hace un hueco a su pasado,
Le pregunta por su tierra.
La noche ya se ha pasado,
Hay que salir a los campos,
A ver este trigo anclado
En la belleza, brotando.
¡vámonos hombre de fuego!
Quiero que me hagas tuya
Hoy te quiero, por ti muero,
Hasta que un día me rehúyas.
Te reconozco princesa,
Que te he buscado desde antes,
Entre las rosas y el cielo,
En esta llama que arde.
Sé que me he hecho el ignorante,
Pero no encontré salida
A ese pestañeo elegante,
A esa forma en que me miras.
Por eso no soy cobarde,
Ya soy tuyo, florecilla,
Soy tuyo cuanto me ames,
Quiéreme ya, Sin medidas.
Galán mío, yo te siento,
Siento como te me clavas
En el fondo de mi pecho
Por fin ya me siento atada.
Por fin ya me siento plena,
Quiero que los dos seamos,
Un sol y una luna llena
Que en un eclipse se amaron.