
RECUÉRDAME
Aquí estoy,
mi bella amada,
en mi desierto,
expuesto a la luz de tu mirada,
con el corazón abierto
para que veas mi alma desolada.
No me quisiera ir
de tus brazos, de tus ganas,
de los claros de tu luna,
de tu sonrisa temprana,
de ese tu amanecer
de radiante ensoñación,
espejo de mi ilusión.
Me quisiera quedar
en tu beso eternamente,
en tu mano
que saben pintar,
los secretos
de mis sueños y esperanzas.
Pero me tengo que ir.
Guárdame en tu sangre,
en la luz de tu belleza,
en el hambre de tus besos,
guárdame en tus pecho
para acariciarlo siempre,
guárdame en todo tu Ser.
Recuérdame con el viento
en el canto de las aves,
cuando beses una rosa,
cuando bebas de otra miel,
siente mi amor en tu boca
siéntelo en toda tu piel.
Recuérdame
en la noche de tus ojos,
en la luz de tu alborada,
en el ruido de las olas
cuando rompan en tu alma,
recuérdame siempre en tu lecho
cuando llores en la almohada
y hables conmigo a solas.
Recuérdame en cada hora,
en cada instante de tu vida,
añórame, amor,
como yo lo hago ahora.
Leonardo Sáenz B.