Lágrimas que brotan; refugio en la sombra…
Espejo del alma que asoma asustada;
quejido del vientre, vacío… sin nada…
Hojas casi secas golpeando ventanas.
Un invierno eterno que nunca se cansa…
Ojos sin estrellas; canciones sin alas
y en un rincón muere, la poca esperanza…
Llueve como nunca; paredes heladas…
Las manos que tiemblan escriben cansadas…
Muy dentro un latido, entibia aquel sueño
y es magia que surge desde el sentimiento…
La madre revive y acuna el momento;
su niño meciendo, cerquita del pecho…
Susurra sus nanas y enciende un lucero
como ángel guardián cuidando del cielo…
Se llena su espacio de abrazos y besos
mientras alimenta de amor ese encuentro…
El viento golpea con fuerza la puerta;
sacude la vida y anuncia su fuerza…