
ME CONVIERTO EN SUEÑO
Con sólo de pensarla
disfruto de su beso,
que llega y me provoca,
con esa magia suave
del viento que la evoca.
Emerjo de cenizas,
resurjo de la nada,
me nacen blancas alas
para inventar su boca.
Me sumo en su palabra,
me quedo en su mirada,
me baño en su rivera,
trepido como estrella,
y me convierto en sueño
para abrazarme a ella.
La envuelvo con mi sangre
me trago su quimera,
y el fuego de su cuerpo
me enciende
y me renueva,
cual bella primavera.
Leonardo Sáenz Baez