La Ciudad de las Rosas
Publicado: Mar Abr 08, 2008 11:48
Caminaba por la ciudad de las rosas,
y encontré lágrimas regadas por las alcantarillas,
minúsculas carnes entregadas al musitar de los roedores.
Mis zapatos eludían sus bocas maternales,
sus sueños destruidos por el epitafio de la sombra,
sus alientos envenenados por las sazones de las urbes.
Quise ayudarlos envolviéndolos en una cesta,
en un tonel de vino para refrescarlos,
pero sus cabezas esponjadas mostraban
la palidez de los siglos
Quise pegarlos, arrastrarlos, acunarlos
encenderlos en un farol,
pero sus amores dormían con la luna.
Y ante la inminente fuga de las sombras,
el sol exhalaría sus ideas y sus cabellos,
y en la mañana, jugarían los niños con sus huesos
en la orilla.
¡Quise coronar tantos sueños infinitos!
Seguí caminando por el pozo de la calle; sin conocerlos,
quise enmascarar mis ojos,
pero la masa hinchaba mis costillas,
junto a las veleidades vencidas de la historia.
Huí sin dicha por la ciudad de las rosas,
y pensé que el cielo es la sociedad de los indigentes…
y encontré lágrimas regadas por las alcantarillas,
minúsculas carnes entregadas al musitar de los roedores.
Mis zapatos eludían sus bocas maternales,
sus sueños destruidos por el epitafio de la sombra,
sus alientos envenenados por las sazones de las urbes.
Quise ayudarlos envolviéndolos en una cesta,
en un tonel de vino para refrescarlos,
pero sus cabezas esponjadas mostraban
la palidez de los siglos
Quise pegarlos, arrastrarlos, acunarlos
encenderlos en un farol,
pero sus amores dormían con la luna.
Y ante la inminente fuga de las sombras,
el sol exhalaría sus ideas y sus cabellos,
y en la mañana, jugarían los niños con sus huesos
en la orilla.
¡Quise coronar tantos sueños infinitos!
Seguí caminando por el pozo de la calle; sin conocerlos,
quise enmascarar mis ojos,
pero la masa hinchaba mis costillas,
junto a las veleidades vencidas de la historia.
Huí sin dicha por la ciudad de las rosas,
y pensé que el cielo es la sociedad de los indigentes…