
Te buscaba
y no sabía sí en verdad te amaba.
Fue como una puerta que abrió el viento,
dentro de mi alma abandonada.
Comparti las tardes con mis tristezas,
lástimando con lágrimas, mis ojos.
Sintiendo como se desvanecian las promesas,
de buscarte de todos modos.
Pero en el fondo de la soledad de mi llanto,
aún entre las desilusiones y las penas.
Quedó este amor como el espanto,
del árbol que morirá en la hoguera.
Sin querer te cruce de repente,
como una estrella en la alborada.
Como la vida que cruza la muerte,
entre el pasaje de las almas.
Y así se terminaron mis desvelos,
por llorar tú despedida.
Porque deje de buscarte en mis sueños,
para encontrarte en mi vida.
Hoy seguiremos juntos por la misma senda.
Borrando con besos las lágrimas del pasado.
Ya no habrá dolor que nos sorprenda,
sí vamos por la vida enamorados.
Te necesito.
PENUMBRO