
La luna me dejó perdido
extraviado en este laberinto,
buscaba amor, ¡no al que se ha ido!,
imaginaba que ahora sería distinto.
Pero en la luna los rayos se apagaron
no había luz para alumbrar el camino.
En la oscuridad mis pasos tropezaron
y caí de nuevo, en manos del mismo destino.
Ahora la luna de mí se ha olvidado
de las promesas que me había jurado,
Y yo, buscando una salida desesperado
miro al cielo, para saber si la luz ha regresado.
¡Qué confusión tiene esta encrucijada!
Es un enredo que mis ojos ha cegado,
de un acertijo va la vida acompañada,
por un mal amor que la dicha ha negado.
Estoy tratando de encontrar esa abertura
un agujero que me lleve a la salida,
sigo atrapado en el dolor y su atadura,
porque la luna ha emprendido su partida.
Julio Medina
15 de octubre del 2011