El Panteón de Churelle _ La casa
Publicado: Vie Oct 28, 2011 01:25
El panteón de churelle
...
Un respiro agitado, parece que cruzara
sobre las viejas tumbas del panteón de churelle.
En este campo santo, lleno de polvo y huesos,
se han visto aparecidos escurrirse en las sombras.
Extrañas licitudes realzan las historias,
amantes destazados por clérigos coléricos,
homosexuales jóvenes ahorcados por la turba,
adúlteros, lesbianas, y lascivos ancianos.
Todos estos pedazos de seres corrosivos
acarician las negras humedades del suelo,
sus espíritus malos hondean como banderas
cubiertas de gusanos y azufrosas aromas.
Nada es mas doloroso, que la fétida llama
carcomiéndose el alma. Un silencio mortuorio
se derrama en las tumbas, y la paz como un beso
de una madre se posa, sobre cada epitafio,
de los ya condenados por voluntad propia.
La casa
De lejos se percibe una tristeza onda,
y de cerca se siente, un estremecimiento
que eriza nuestra piel, !Que soledad tan muina!
!Que languidez tan cruel! se acide a las ventanas,
se asoma por sus puertas y de tarde se mira
su sombra padecer. En su patio no hay niños,
en su interior no hay luz, la quietud es enorme
parecida a un deforme y malévolo ser
que sosegado mira desde un rincón oscuro
rodeado de matices que no se pueden ver.
Su pasado fue bello, rodeada de jardines
y colores alegres, de risas y sonidos
jugueteando en el aire, de gotas cariñosas
bajando del tejado, para ir como soldados
marchando hasta el cuartel. Hoy todo luce muerto,
hasta el sonido suave que nos regala el viento
lleva un pesar siniestro, que aflige los recuerdos
y oprime la añoranza, cual débil esperanza
languidece en la sombra, de la vida al pasar;
igual que todo llega, todo llega y se va.
...
Un respiro agitado, parece que cruzara
sobre las viejas tumbas del panteón de churelle.
En este campo santo, lleno de polvo y huesos,
se han visto aparecidos escurrirse en las sombras.
Extrañas licitudes realzan las historias,
amantes destazados por clérigos coléricos,
homosexuales jóvenes ahorcados por la turba,
adúlteros, lesbianas, y lascivos ancianos.
Todos estos pedazos de seres corrosivos
acarician las negras humedades del suelo,
sus espíritus malos hondean como banderas
cubiertas de gusanos y azufrosas aromas.
Nada es mas doloroso, que la fétida llama
carcomiéndose el alma. Un silencio mortuorio
se derrama en las tumbas, y la paz como un beso
de una madre se posa, sobre cada epitafio,
de los ya condenados por voluntad propia.
La casa
De lejos se percibe una tristeza onda,
y de cerca se siente, un estremecimiento
que eriza nuestra piel, !Que soledad tan muina!
!Que languidez tan cruel! se acide a las ventanas,
se asoma por sus puertas y de tarde se mira
su sombra padecer. En su patio no hay niños,
en su interior no hay luz, la quietud es enorme
parecida a un deforme y malévolo ser
que sosegado mira desde un rincón oscuro
rodeado de matices que no se pueden ver.
Su pasado fue bello, rodeada de jardines
y colores alegres, de risas y sonidos
jugueteando en el aire, de gotas cariñosas
bajando del tejado, para ir como soldados
marchando hasta el cuartel. Hoy todo luce muerto,
hasta el sonido suave que nos regala el viento
lleva un pesar siniestro, que aflige los recuerdos
y oprime la añoranza, cual débil esperanza
languidece en la sombra, de la vida al pasar;
igual que todo llega, todo llega y se va.