A la orilla de la chimenea. (Joaquín Sabina)
Publicado: Jue Feb 16, 2012 16:11
Esta canción, este poema, esta declaración de amor de lo más profundo del alma le pertenece a un grande, a una inspiración, a un poeta con todas las letras, el maestro Joaquin Sabina. Quería compartirlo con todos ustedes, no se si se puede, de no ser así por favor disculpen y lo borrare. Disfrutenlo, tanto como yo disfruto de tan exquisitas letras.
"Puedo ponerme cursi y decir que tus labios
me saben igual que los labios que beso en mis sueños,
puedo ponerme triste y decir que me basta
con ser tu enemigo, tu todo, tu esclavo, tu fiebre, tu dueño
y si quieres también puedo ser tu estación y tu tren,
tu mal y tu bien, tu pan y tu vino, tu pecado, tu dios, tu asesino,
o tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.
Puedo ponerme humilde y decir que no soy el mejor,
que me falta valor para atarte a mi cama,
puedo ponerme digno y decir toma mi dirección
cuando te hartes de amores baratos, de un rato me llamas,
y si quieres también puedo ser tu trapecio y tu red,
tu adiós y tu ven, tu manta y tu frío, tu resaca, tu lunes, tu hastío,
o tal vez ese viento que te arranca del aburrimiento
y te deja abrazada a una duda, en mitad de la calle y desnuda.
Y si quieres también, puedo ser tu abogado y tu juez, tu miedo y
tu fe, tu noche y tu día, tu rencor, tu porque, tu agonía...
O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea a esperar..."
"Puedo ponerme cursi y decir que tus labios
me saben igual que los labios que beso en mis sueños,
puedo ponerme triste y decir que me basta
con ser tu enemigo, tu todo, tu esclavo, tu fiebre, tu dueño
y si quieres también puedo ser tu estación y tu tren,
tu mal y tu bien, tu pan y tu vino, tu pecado, tu dios, tu asesino,
o tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.
Puedo ponerme humilde y decir que no soy el mejor,
que me falta valor para atarte a mi cama,
puedo ponerme digno y decir toma mi dirección
cuando te hartes de amores baratos, de un rato me llamas,
y si quieres también puedo ser tu trapecio y tu red,
tu adiós y tu ven, tu manta y tu frío, tu resaca, tu lunes, tu hastío,
o tal vez ese viento que te arranca del aburrimiento
y te deja abrazada a una duda, en mitad de la calle y desnuda.
Y si quieres también, puedo ser tu abogado y tu juez, tu miedo y
tu fe, tu noche y tu día, tu rencor, tu porque, tu agonía...
O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea a esperar..."