cayó del cielo hasta mis pies, rodando
sus ojos fríos y el plumaje ensangrentado
su grácil vuelo había sido masacrado.
Nunca jamás llegará a su nido
¿Alguien la estará espérando?
¿Sus polluelos hambrientos?
¿O tal vez un compañero que la buscará
en el viento en vano?
A sí a veces nuestros sueños, son cual ave herida,
que se derrumban, se desvanecen y ruedan por los suelos
aniquilados por la cruel guaña del destino.
Cortando el vuelo de nuestras ilusiones,
y la desesperanza nos habita.
Pero siempre habremos de seguir soñando
cual ave fénix resurgiendo de cenizas
cantando al viento y volando alto
sembrando anhelos , y secando el llanto.
GITANO53