como un invitado
fugaz e inesperado;
y ya está aquí de nuevo
otro verano.
Tiempo de flores en
la tarde, de abanicos
y sabores tempranos,
de mariposas que llegan
cansadas, y se posan
en la palma
de mi mano.
Tardes de amor y rosas,
de músicas y rumores
lejanos, de palabras
azules y versos olvidados.
Días claros en los que
el tiempo se hace largo,
noches de gaviotas heridas
y maullidos entrecortados
que nos acercan a la vida
y nos recuerdan
que se hace presente
de nuevo todo
nuestro pasado.
Y todo esto, amor mío,
ha llegado otra vez
con el verano.
