Pregones se escuchan en la aldea,
son voces de niños y de ancianos
que van hacia el río y la cascada
a pescar y apaciguar el hambre.
La selva tiene miles de misterios
peligros y bellezas que admirar;
así caen leyendas de las bocas
de ancianos para ojos de inocencia.
Así se suceden las historias
de generaciones de valientes,
tradiciones enseñan de ancestros
a cazar sin destruir especies.
En la intemperie brilla la hoguera;
antes de caer la noche espesa
vuelven a la aldea donde esperan
racimos de peces y de frutos.
La esperanza late entre sus venas.
Matilde Maisonnave