Dedícame los años que nos quedan
y amarnos locamente como antes,
siendo como jóvenes amantes
dedícame un día cualquiera.
Yo te seguiré en tu camino
seré tu fiel amante y compañera,
me haré con una nube un vestido
para ir de tu brazo, a tu vera.
Me adornaré el pelo con estrellas
y nadaré en la sombra de la luna.
No importa que la juventud se vaya
pues el amor no tiene fecha alguna.
Y cuando ya la vida quede corta
nos acurrucaremos contra el frío
que se cala en los huesos del alma,
seremos uno solo, amor mio.
MARIEL ©
