Tú voz pausada
como una caricia
invadiendo la piel erizada,
por el frescor, de las aguas tranquilas
de tú lago del alma.
Ojos abiertos reflejando su playa,
pasos pequeños
creciendo con cada alba vestidos en tú piel dorada.
Música que acuna la balada que les cantas,
a los que ponen paz en tus días,
desde que llegaste a esa playa.
Tú voz que me canta
con palabras de tinta nacidas del corazón ,
ungidas por la luz del relámpago del alba,
amado hijo del amor
entre el cielo y las aguas
del estero de tu playa.
Tú voz que se me antoja cálida,
yo le pongo el sonido
que a las letras le faltan ,
con mis ojos cerrados
la escucho como me habla,
me cuenta tus momentos
por esas calles pintadas,
bañadas por el perfume
de su palude de calma.
Tú voz,
que sin hablarme me habla
con espacios en blanco
que desnudan tú alma,
que me enseñan pasiones, dolores, miradas,
deseos que partieron
sin decir palabra...
que dejaron tus manos desiertas,
y tú corazón en calma,
dormido en la cuna que le hace tú halda.
Despiértate niña
recibe está nueva mañana,
tiende tú cuerpo al sol
empapate de las aguas
del mar amante que recala en tú playa,
que te busca en versos
que canta al alba,
que se cegó con tú luz
que se perdió en tus palabras,
que se funde con tus versos
cada vez que se los cantas.
Amor viajero en el tiempo
ven a fondear en mi playa,
siembra en ella tú corazón
que el Maracaibo te habla.