Eterno trovador
El rumor del río, recuerdo...
bosque y sol de Abril,
cuando la vida descubrí;
el rocío, el agua de ese río.
Testigos secretos de corazón
inquieto, amor de un día
deslumbramiento de agua
entre los olmos mágicos.
Mojando sus almas en el río
y sembrando en sus espumas
palabras de amor, palabras...
en ímpetu loco, enroscado
en labios de flor recién abierta.
Río sin fin, estela que corre
llevando rumores de añoranzas.
Resuena siempre y canta
de ambiciones, risas y gotas
blancas de la vida que pasa.
En cada amanecer corre,
cabalga y nunca olvida
mis doradas cañadas.
Es mi río, que canta eterna
serenata; nació en mi y creció
entre los valles de mis albores.
Sus rumores siempre se me
quedan como huellas sagradas,
marcando ambiciones y esperanzas
con frescas notas blancas.
©Mitzi
03/09/13