Proemio.- El descuido en la intimidad conyugal, sobre todo en el amor, es fatal para el matrimonio. En mi practica profesional lo observe por testimonio de cónyuges; el presente trabajo literario nació de esa problemática conyugal que me ilustró.
¡Ay! Dormimos juntos, no hay calor,
¡Oh! Nos arrullan, desgana, e indiferencia,
No hay caricias, no hay amor,
Es vacío y frialdad, si, hay ausencia.
II
¡Ay! Que triste al buscar el placer,
Presto brota de ti el desdén,
No hay respeto ni hay querer,
¿Donde está el amor, donde el bien?
III
¿Acaso como el cuerpo ya envejece?
¿Así también el alma se marchita?
¿Y la pasión, también pronto fenece?
Si, es desgaste, todo se debilita.