Proemio.- "¡Oh, Tú, que sembraste de trampas el camino que tenía, forzosamente, que seguir! ¿No quisiste hacerme caer en el lazo de la predestinación para imputar después mi caída a pecado?" — RUBAIYAT - Omar Khayyam
¡A ti!, el que al destino nos entregas,
Y a tantas rutas nos conduces,
Tu que al nacer, ¡Oh mucho! nos delegas,
Te pregunto: ¿Ay, por que al error nos induces?
II
¡Oh! Si un camino siempre intentamos escoger,
Rechazando en vano ¡Ay! placer y tentación,
¿Por qué permites ¡Oh señor!, todo indigno proceder?
Cuando a todos nos embarga la pasión.
III
¡Ay! No me explico, ¡No acepto! ¡Señor mío!
Como ley, el pecado cual designio celestial.
Si en verdad, existe el libre albedrío,
¿Debo aceptar parientes del hombre, bien y mal?
IV
¡Cuanto he luchado con decoro en esta vida!
Anteponiendo el honor a gratas pasiones,
¡Como ha soportado mi alma herida!
Al negar a mi carne ¡Humanas sensaciones!
V
Por eso te pregunto ¡Oh poder de poderes!
¿Para que me enseñaste, el juego del amor?
Si me diste la carne, tapete de placeres,
Y luego me juzgas, si cometo un error.