La dama de la libertad
Publicado: Jue Sep 05, 2013 10:55
Porque hoy deseo,
anhelo,
razono,
siento.
A ratos,
los momentos crean visiones
que se asemejan a los sentimientos puros.
Incluso,
aparentan poder tocarse;
son material.
Porque el viento que sale de mi boca
crea un espejo de alguien.
El espejo perfecto,
el reflejo aparente
de una mente demente.
O la belleza de los sentidos
que aumentan el vivir cotidiano,
y no lo reducen a un miserable trabajo.
Porque hoy,
quiero retratar a una princesa
que es más fría que el hielo
y más cálida que el fuego.
Porque la belleza frívola
es lo que se derrite
con lo que lleva dentro.
Como una vela dentro
de una botella de plástico,
o como una iglú
que juega a albergar una fogata.
Dicen que jugar contigo
es traer el infierno a la Tierra,
y dejarte,
es como viajar al pasado
y degollarte
para que nunca hubieras vivido
una situación similar.
Pero ahí estás,
serena y temblorosa
por lo que puede pasar
entre mi cuerpo y el tuyo.
Exasperada,
cansada,
ida.
Mentira,
no eres ira
que destruye la alegría,
eres carne de otra carne
y pañuelo para mis heridas.
La maravilla de tu canto
es la inspiración de mi poesía.
Las cadenas son atadas
a mi corazón de hierro,
y moldean a la fuerza
lo que podría pasar
en un recuerdo incongruente.
Y todo,
todo,
todo lo que veo,
son cuchillos celestiales
rajando cada trazo de mi piel,
envuelto por la tela
que me roba la individualidad.
Porque ambos sabemos,
linda señorita,
que su amor por el individuo
está limitado por la capa de hielo.
Eres hermosa por dentro,
y aparentas serlo por fuera.
Porque eres una promesa
al mejor sexo de mi vida,
pero eres una atadura
a la esclavitud perpetua.
Dama,
en ti, cometeré un femicidio
en cualquier instante...
No, estoy vetado por los que te miran...
Por aquellos estúpidos
que se seducen por tu fachada
y tratan de pincelarla en millones de textos
que te ponen como "la perfecta".
Me gusta tu cadera...
¿Sabes?
Quizás me atrevería a beber
una copa de tus lágrimas,
y limpiaría la sangre
que en tu nombre
fue derramada.
Me gustaria ver
que la gente se diera cuenta
de lo que hizo contigo.
Porque tú,
tú eras mí promesa perfecta.
El humano se dignó a moldearte
para ser la perra que nos borre del mapa.
De todas formas,
todos los días te toco,
solo por el hecho
de que no tengo otra opción.
Sí la hay,
pero ya perdí mucho por ti.
Solo te pido una cosa...
Déjame vivir un segundo de libertad.
anhelo,
razono,
siento.
A ratos,
los momentos crean visiones
que se asemejan a los sentimientos puros.
Incluso,
aparentan poder tocarse;
son material.
Porque el viento que sale de mi boca
crea un espejo de alguien.
El espejo perfecto,
el reflejo aparente
de una mente demente.
O la belleza de los sentidos
que aumentan el vivir cotidiano,
y no lo reducen a un miserable trabajo.
Porque hoy,
quiero retratar a una princesa
que es más fría que el hielo
y más cálida que el fuego.
Porque la belleza frívola
es lo que se derrite
con lo que lleva dentro.
Como una vela dentro
de una botella de plástico,
o como una iglú
que juega a albergar una fogata.
Dicen que jugar contigo
es traer el infierno a la Tierra,
y dejarte,
es como viajar al pasado
y degollarte
para que nunca hubieras vivido
una situación similar.
Pero ahí estás,
serena y temblorosa
por lo que puede pasar
entre mi cuerpo y el tuyo.
Exasperada,
cansada,
ida.
Mentira,
no eres ira
que destruye la alegría,
eres carne de otra carne
y pañuelo para mis heridas.
La maravilla de tu canto
es la inspiración de mi poesía.
Las cadenas son atadas
a mi corazón de hierro,
y moldean a la fuerza
lo que podría pasar
en un recuerdo incongruente.
Y todo,
todo,
todo lo que veo,
son cuchillos celestiales
rajando cada trazo de mi piel,
envuelto por la tela
que me roba la individualidad.
Porque ambos sabemos,
linda señorita,
que su amor por el individuo
está limitado por la capa de hielo.
Eres hermosa por dentro,
y aparentas serlo por fuera.
Porque eres una promesa
al mejor sexo de mi vida,
pero eres una atadura
a la esclavitud perpetua.
Dama,
en ti, cometeré un femicidio
en cualquier instante...
No, estoy vetado por los que te miran...
Por aquellos estúpidos
que se seducen por tu fachada
y tratan de pincelarla en millones de textos
que te ponen como "la perfecta".
Me gusta tu cadera...
¿Sabes?
Quizás me atrevería a beber
una copa de tus lágrimas,
y limpiaría la sangre
que en tu nombre
fue derramada.
Me gustaria ver
que la gente se diera cuenta
de lo que hizo contigo.
Porque tú,
tú eras mí promesa perfecta.
El humano se dignó a moldearte
para ser la perra que nos borre del mapa.
De todas formas,
todos los días te toco,
solo por el hecho
de que no tengo otra opción.
Sí la hay,
pero ya perdí mucho por ti.
Solo te pido una cosa...
Déjame vivir un segundo de libertad.