yo, enamorado del amor hermoso,
¿voy a hacer de mi capa un sayo?
Me parece horrendo, horroroso
hacer el amor de mala manera;
es bochornoso, y es asqueroso.
¿O es que el amor es una quimera
en vez del ángel del amor sincero
donde el candor al placer requiera?
Mi alma pide al amor lo placentero,
lo que enaltece el corazón de gozo,
no por un feroz y abrupto derrotero.
Y si el amar es también retozo,
retocemos entre violines y liras
sin falsas vestiduras ni embozos.
Si con carita de ángel me miraras,
mis besos serán la dulce malvasía
no la hiel que tus labios acibaras.
¡Así te quiero... Soberana mía!
Limpia y pura como moza galana,
cual sacerdotisa, druida o pía.
Vayamos de la mano a esa nirvana,
miremos al azul de cielo sin celo,
abramos del alma nuestras ventanas
y remontemos ahora nuestro vuelo.