ENTIENDO...
... Y cuando no estás deliro,
el camino tiene otra entrada
no veo nada, ¿y tus pasos?
No puede ser [estamos] perdidos.
Entiendo,
pero soy yo querido
y no vengo a mortificarte,
tampoco adorar tu ausencia.
¿Será que te agachas o
no quieres verme impaciente
a gritos por la ventana
tratando de atar cabos añejos?
¡O, es que me quieres como yo te quiero!
Mírame aquí... vine a buscarte:
tengo palabras para ti -queman el alma-
alucinan mis labios de color rojo.
- ¿Entiendes cuando se extraña?
Un delirio como, conmigo, sucede,
arrebata, lleva en vuelo la ilución;
son cosas del corazón... entiendo.
Pero si, ahí, sigo viva, acercate.
©Juanita Reyes®111713