Amotinadas
las gotas bajaron con estupor
y de ellas
formaste tu defensa amurallada.
Empalizadas y torrentes de frustración
¿Qué fusil darle a la desesperación?
Cuando el corazón se paraliza
y las ideas se agolpan aterradas.
Luego viene la dificultad,
la ansiedad y las grandes distancias;
Apilas lo que hay en derredor:
Idealismos e indignación;
Sólo los pájaros contemplan con claridad
el muro que a nosotros nos separa.
Cruzar dos vidas para recibir contestación
¿Cómo pedirle al hambre moderación?
Cuando te empeñas en construir
muy adentro infranqueables barricadas.
En mi boca
las palabras desilusionadas
luchan por su liberación, esa
que tanto exiges y tanto reclamas.