Siempre quedas Tú en mis manos vacías.
Siempre quedas Tú cuando la soledad embiste mis días.
Quedas Tú como el amanecer de mi noche.
Cual música enrejando laberintos .
Quedas Tú como todos los caminos;
cuando el viento, la tormeta, la brisa
mueven mis labios al nombrarte.
Tu nombre nace de este corazón partido
por este ser que vivo..
Ayeres