Foro de poesía

A las cinco de la tarde –algunas veces-,
los domingos se rompen de parte a parte.
Los sobrinos vienen a casa armados
de sonrisas que rasgan
el tedio de la tarde.

Claudia, Elisa, id a jugar con tía Olivia
al río. Contaré hasta tres…Ángela, Ana,
corred a esconderos juntas tras las sombras
de los sauces. Iñigo, ven conmigo,
dame la mano,
ayúdame a sembrar de nidos
las ramas de los árboles.

Algunos domingos, a las cinco,
la casa se llena de ilusiones que decrecen
según se cae la tarde.

A las nueve se van hermanas y cuñados,
y las ilusiones poco a poco se desvanecen.
La casa se queda sola, y la tarde rota.
El tobogán se enreda junto al tiovivo, y éste,
se desmorona. Se oscurecen en las ramas
los nidos y el río lentamente languidece.
El resto del domingo se recompone como puede
y se rinde finalmente a la costumbre.

Mañana es lunes. Una lástima.
De lunes a viernes
las tardes no se rompen.

--oOo--

JM

que encantador poema, bello, el contenido tierno y
real con esos domingos en familia en el bullicio del
hogar, luego la rutina de la semana, si muy lindo
me encantó

un abrazo

Solo una queja, ¿por qué enviar a las niñas por un lado y por otro se van lo varones?...desde chica rebelde... creo que obedecía pero me las ingeniaba para estar también al otro lado...Otra vez por aquí, basta que vea un poema tuyo y sé que me gustará lo que dejas en el. Bendiciones a esos domingos que acarician tu alma.

Maricruz

Me encantó este bello poema ya qué es parte de nuestro vivir cotidiano.Felicitaciones.