Cuando veas el sol que,
Saliendo de su escondite
Traspase con sus tímidos rayos
La ventana de nuestra habitación y
Jugueteando sobre nuestra almohada
Nos venga a despertar, a poner fin
A una noche, que fue tan ajetreada.
Qué harás al abrir un ojo y sentir
Mi abrazo, tan grande como el universo,
Tan tierno como la sonrisa de un bebé
Tan abundante como el agua de lluvia
Que un día mojó nuestro deseo.-
Yo quiero contarte que aquella noche
Los murmullos prohibidos de mis sueños
Se unieron al lento respirar de tu pecho
Subiendo y bajando, como el fuego
Que ora crepita, ora parece que se extingue.
Si me das un poco de tiempo, un segundo
Narraré lo que no se cuenta a nadie
Ternuras que harían enrojecer
Al amante más curtido en estas lides.
Serán recuerdos que transmitirán felicidad
Muy a pesar mío,
Pues ahora que no estás, nada es lo mismo.
Y pondré un dedo sobre tus labios
Para que no puedas decirme “no te creo”
Y a todo el que quiera escucharme le diré:
Cada segundo que pasa pienso en él,
La pasión me acerca un poco más
A cada instante a su cuerpo viril,
Y cuando siento que está pensando en mí
Un escalofrío de placer recorre, sin pudor
Todo mi cuerpo.
Quizá en otra mágica noche
Nuestros cuerpos se unan,
En ese instante de ternura infinita
Me harás estremecer con tus dulces caricias
Oh si, sé que lo harás, porque lo necesito.
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