Cuando nada nos unía y el amor era utopía
Recorríamos las calles, de la mano, sin hablar
Nos besábamos, a veces, sin pararnos a pensar
En que a nuestro alrededor una cierta algarabía
Nos llevaría a temer que nuestra vida, perfecta
Hasta aquel momento, se hundiría de repente,
Sin dejar que te dijera,tras pensarlo fríamente
Con una gran emoción y muy cerca de la puerta
Que cuando el amor soporta tensiones innecesarias
Y las manos nos golpean, en lugar de acariciarnos
Llega la hora de rezar, de inventarse mil plegarias
Y a la hora del ocaso, uno de los dos, marcharnos.
Quizá hoy me toque a mi, aún ignoro a donde iré
Pero vaya donde vaya dentro de mi alma llevaré
Instantes, cuyo recuerdo aún despierta mi pasión
Viejos versos, ya amarillos, que nacen del corazón.
Tal vez aún no lo creas pero siempre te he querido
Incluso cuando las flores no exhalaban su perfume
Reconozco haber llorado, y a veces haber mentido
Pero ya no verte más, ni mi conciencia lo asume.
Hay momentos en la vida donde es preciso elegir
El camino o el sendero que te llevará a la cumbre;
En ese punto a los hombres les cuesta mucho asumir
Que equivocarse de ruta es ya casi una costumbre
Y algunas veces no hay guías o si los hay no aparecen
Se esconden tras la perfidia de un desamor deprimido
Espían entre las plantas que en medio del bosque crecen
Liberando, displicentes, algún que otro beso oprimido
Entre labios encarnados, dejando ver que el amor
A nada que le liberes, echa a volar sin destino
No es ése pájaro fiel que nos enseña el camino
Ni tampoco ésa maestra, siempre con mucho rigor
Aplicando disciplina a muchachos expectantes
Prestos a dar lo mejor de sus tiernos intelectos
Deseosos de aprender, y de todo, cuanto antes
Para ser en el futuro amantes pluscuamperfectos.
No sé por qué escribo esto, pues tú no lo leerás
Empeñada como estás en acabar con lo nuestro;
Cada domingo en la iglesia como siempre rezarás
Novenas y avemarías y quizá algún padrenuestro.-
Recorríamos las calles, de la mano, sin hablar
Nos besábamos, a veces, sin pararnos a pensar
En que a nuestro alrededor una cierta algarabía
Nos llevaría a temer que nuestra vida, perfecta
Hasta aquel momento, se hundiría de repente,
Sin dejar que te dijera,tras pensarlo fríamente
Con una gran emoción y muy cerca de la puerta
Que cuando el amor soporta tensiones innecesarias
Y las manos nos golpean, en lugar de acariciarnos
Llega la hora de rezar, de inventarse mil plegarias
Y a la hora del ocaso, uno de los dos, marcharnos.
Quizá hoy me toque a mi, aún ignoro a donde iré
Pero vaya donde vaya dentro de mi alma llevaré
Instantes, cuyo recuerdo aún despierta mi pasión
Viejos versos, ya amarillos, que nacen del corazón.
Tal vez aún no lo creas pero siempre te he querido
Incluso cuando las flores no exhalaban su perfume
Reconozco haber llorado, y a veces haber mentido
Pero ya no verte más, ni mi conciencia lo asume.
Hay momentos en la vida donde es preciso elegir
El camino o el sendero que te llevará a la cumbre;
En ese punto a los hombres les cuesta mucho asumir
Que equivocarse de ruta es ya casi una costumbre
Y algunas veces no hay guías o si los hay no aparecen
Se esconden tras la perfidia de un desamor deprimido
Espían entre las plantas que en medio del bosque crecen
Liberando, displicentes, algún que otro beso oprimido
Entre labios encarnados, dejando ver que el amor
A nada que le liberes, echa a volar sin destino
No es ése pájaro fiel que nos enseña el camino
Ni tampoco ésa maestra, siempre con mucho rigor
Aplicando disciplina a muchachos expectantes
Prestos a dar lo mejor de sus tiernos intelectos
Deseosos de aprender, y de todo, cuanto antes
Para ser en el futuro amantes pluscuamperfectos.
No sé por qué escribo esto, pues tú no lo leerás
Empeñada como estás en acabar con lo nuestro;
Cada domingo en la iglesia como siempre rezarás
Novenas y avemarías y quizá algún padrenuestro.-
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