Te fuiste hasta el muelle a darme la despedida,
mi nave muy temprano tenía que partir,
por más que tú querías guardar aquella herida,
tus ojos te delataron y hasta querías morir.
Te extrañaré me dijiste en aquella madrugada,
y yo muy presuroso te tuve que dejar,
el mar estaba en calma y fresca la alborada,
mis ojos te miraban no queriendo olvidar.
Las tardes que caminamos por aquel malecón,
los llevo bien guardadas y con mucha emoción,
fueron días hermosos que alegraste a mi corazón,
fueron noches eternas tan llenas de pasión.
Te extrañare como extraña el sol a la mañana,
como la luna extraña la noche y las estrellas,
extrañare tu amor y tu pasión de una semana,
y tus labios que ansiosa mi boca lo sellabas.
Pero déjame partir y ya no más palabras,
vuelve siempre al muelle que allí me encontraras,
no quiero verte triste y sécate esas lágrimas,
mi nave ya me llama y muy sola te quedaras.
Sé que es muy linda y efímera esta historia,
quizás tus labios no vuelvan a sellar mi boca,
pero te extrañare porque te llevo en mi memoria,
y también aquellos besos que me diste como loca.
Louis
