
en la sombra de tus ojos
que olvidè mis anhelos
y me quedé sin asombros...

Esperando a que notaras
la tibieza de mi alma
me convertí en un fantasma
en un rincón de la casa...

Ahí donde dibujaba
cada verso para ti,
las horas me devoraban
queriendo yo, ser feliz...

Los besos y las caricias
dibujaba en el silencio
y las manos me temblaban
por no tener tus afectos...

Tristemente abandoné
las razones de aquel cuento
y con las alas ya rotas
me dormi sin tener sueños...
