Bridas y dialéctica
Publicado: Mié Jul 01, 2020 13:52
Lo cierto es que es incierto y caótico,
esta clase de amor a quemarropa,
solamente desnuda mis palabras
que buscan por instantes lucidez.
Las venas me sonrojan, me delatan
entre la niebla.
Tormento?
Eso es poca cosa,
contra mi perdición en la sabiduría.
Mis incursiones son tus curvas,
en esa línea recta dibujamos,
ambos,
la distancia más corta. Y te vivo en mi piel.
Modus vivendi.
Lo visceral de mi poética me arrastra.
Sabe que mi peligro consiste en olvidarte,
en dar palos de ciego,
en sustituir tu alma.
Luego, me acerco.
Pero de lejos no te veo.
Nunca has sobrepasado mi deseo.
Porque contigo aprendo cada día
la lección, la elección.
Te has ido, pero estás.
Y como buen romántico,
te persigo.
Hoy, con el corazón en la mano. Mañana,
tú dirás.
Y si hablas, podré al fin cejar en el empeño
de romper todas mis tablas.
Es afín a mi historia, nunca podré evitarte,
ello no forma parte de mi naturaleza,
puede, puede, sí, puede aparecer,
incluso parecerse a ti cada mirada.
Desde la indignación, pido consejo a otras mujeres.
Acaso se propague mi ignorancia.
Porque ya se me agota la extraña perspectiva
de ataviar tu fantasma de ilusiones.
Pero no... Qué sería del mundo sin el miedo,
al cambio, o al amor.
Tú sabes la respuesta. Creo que es el momento
de contestar, sin réplica ni juicios.
Hoy me amparo en las vueltas que la vida propone.
esta clase de amor a quemarropa,
solamente desnuda mis palabras
que buscan por instantes lucidez.
Las venas me sonrojan, me delatan
entre la niebla.
Tormento?
Eso es poca cosa,
contra mi perdición en la sabiduría.
Mis incursiones son tus curvas,
en esa línea recta dibujamos,
ambos,
la distancia más corta. Y te vivo en mi piel.
Modus vivendi.
Lo visceral de mi poética me arrastra.
Sabe que mi peligro consiste en olvidarte,
en dar palos de ciego,
en sustituir tu alma.
Luego, me acerco.
Pero de lejos no te veo.
Nunca has sobrepasado mi deseo.
Porque contigo aprendo cada día
la lección, la elección.
Te has ido, pero estás.
Y como buen romántico,
te persigo.
Hoy, con el corazón en la mano. Mañana,
tú dirás.
Y si hablas, podré al fin cejar en el empeño
de romper todas mis tablas.
Es afín a mi historia, nunca podré evitarte,
ello no forma parte de mi naturaleza,
puede, puede, sí, puede aparecer,
incluso parecerse a ti cada mirada.
Desde la indignación, pido consejo a otras mujeres.
Acaso se propague mi ignorancia.
Porque ya se me agota la extraña perspectiva
de ataviar tu fantasma de ilusiones.
Pero no... Qué sería del mundo sin el miedo,
al cambio, o al amor.
Tú sabes la respuesta. Creo que es el momento
de contestar, sin réplica ni juicios.
Hoy me amparo en las vueltas que la vida propone.