Callado aquella tarde te vi como partías,
tus trastes alborotados muy presta tu llevabas,
adiós, simplemente adiós alegre me decías,
pero nunca escuché decir que tú me olvidarías.
Qué pena en verdad todo lo sucedido,
mis manos temblorosas se agitaban,
tú sin sentimiento yo casi escondido,
veía como las horas muy pronto pasaban.
No había remedio en verdad, solo era espera,
para mi dejarte partir era lo más prudente,
muy alegre olvidaste toda nuestra quimera,
me dijiste adiós y nuestro amor quedó ausente.
No te interesó nuestras noches ardientes,
ni aquellas tardes que pasamos junto al mar,
entre nosotros ya no quedaba pendientes,
te lo llevas todo y lo tengo que aceptar.
De que sirvió amarte tanto y tanto,
si tu vanidad gano en esta historia,
déjame en soledad apagar mi llanto,
y pueda yo así, borrarte de mi memoria
Louis
