Lobos que aúllan en mi sien.
Montañas que hacen eco de ello.
Unas voces que hacen que me espíe,
Que me digan como encontrar mi anhelo.
Los pinos cortan el viento como un látigo,
Las ondas se mecen a merced del tiempo,
Junto con las voces de mal hábito
buscan ese algo que busco cuando miento.
Ser los dientes capaces de desgarrar,
Ser la hiel que desprende ya su hígado.
La saliva comienza el proceso digestivo.
Esta noche, se que no viviré mucho.
Soy desordenado en cuanto a los lobos,
Solo sé que estoy enmedio;
espero que sea transitorio.
Es extraño acostarte sin saber dónde están,
Esperando que el declive se haga notorio.
Esperando que el declive se haga notorio.