al abrirme paso por el parke
voy con mi perro.
Acerco a mi corazón
que sea parte de la brisa azúl de esta tarde .
Los suspiros dormidos se desatan de mi pecho
reverenciando al rey sol a lo lejos.
Absorvo las Sonrísas adolescentes, parejas de ancianos en las bancas
dandose entre sí el beso ligero y suave, el beso largo que nunca se apaga
en esta maravillosa tarde.
Miradas furtivas, los niños y sus madres dispuestos
a negociar el estallído de un llanto entre la gloria del silencio
y un helado espectacular.
Mi pequeño amigo canino no subestima a ningún roedor
pero fueron las ardillas el punto elegido de un encuentro
fugáz.Jamás aprecié como el instinto de supervivencia
puede ser tan cruelmente velóz .
Por centésima vez quedo sorprendida del pequeño psicopata
mientras curiosamente gira hacia mí con la lengua desorbitada
para volverse hacia el destino
de sus arborícolas y escurridizas víctimas sobre el viejo arbol
Enormes y modestas raíces que parecen casi extraídas del sub suelo
me dan la acogida a un pequeño descanso,(sobrenaturales raíces)
y me tranquiliza saber que este ser de tronco bonachón
no yace completo en el suelo.
Mi piel felicita a la multitúd de hojas por su agraciado trabajo
mientras acaricia sus benefactoras sombras.
Prosigo mi caminata con cierto recelo por el abandono de ese recinto seguro y acogedor.
La belleza del atardecer me llama, la belleza imperfecta bajo el manto celeste espera
y quiero ser parte de este.
De un momento a otro; siento como el espíritu se conjuga con la brisa
y trato de descifrar el idioma celestino que vá en mi busqueda viajando en mi interior;
puedo distinguir la voz blanquecina cual consejo de un padre bienhechor que va arrullando
en todo mi ser la analogía de la felicidad.
Es cierto; no lo busqué pero en cada paso aprovecha en mí la mirada distinta;
el corazón atento y presto para recordarme que la fe tiene traje de colores
que como el camaleón se presenta en toda estación.
Agradezco el oxígeno, la luz, a las sombras y brisas que se manifestaron
a los ancianos que llevan en la boca la palabra eterna y el secreto del amor
a los niños que poseen el cristal profundo en sus ojos.
Y agradezco a EL por este dia en al parke;
donde aprendí que la felicidad es tan solo un encuentro
que te halla desapercibido en los mas simples momentos.
Luzdeti.