VIAJERO I
Escalas viajero seguro mis montañas,
te adentras en el bosque de mis sueños .
Tú, impetuoso en la conquista
abanderado seductor, dueño.
Gime el lago entero al beber su dulzura,
presa la tierra en tus manos,
mis lianas se enredan en tus piernas,
olemos el perfume a madreselvas…
Tus pies húmedos dejan huella en mis blancas piedras,
la luna en tus ojos fue desnudando mis reservas,
el sauce de mi corazón te sonríe,
al convertirte en principe
cuando mi naturaleza solo a ti se revela.
VIAJERO II
Viaje de un instante eterno,
por vía atestada de pétalos,
ellos, reciben los rayos del sol en una litera,
comprimiendo la piel con sus secretos.
Va el aroma de la adelfa pegada
sin temor a las espinas del acebo
cuando, paloma me poso en la copa de tu almez
tu puño abierto, mil gorriones me cantan.
Rosicler mío, aún seguimos bebiéndonos.
Tu magnánimo ardimiento
descansa en la cítara de mi pecho
al clarear los setos.
Un pétalo travieso, juega con tu oído
dejándole el rocío afligido,
extrañándote antes de tu ausencia.
La selva ha dejado de ser virgen
erigida la abadía bajo la cascada
donde se oran nuestros nombres.
Despertarás
hasta el momento nuevo,
que extrañes ser viajero
de mis sueños...
María de la Cruz Díaz
11 de agosto 2008
Perú