Aveces, hay que ser más que ingenua para sufrir.
Cómo pasa mi juventud frente a mí, con tanta
energía brilla el sol y se apaga mi interior...
No es justo, si se decide o no ser feliz,
qué defectos tengo yo...
En dónde estuve para creer que alguien
quiso ser mi amig@ sinceramente.
Aveces, se me olvida que yo solo estoy
para escuchar y aveces para opinar y no para
que me escuchen, no para pedir aliento de otr@.
Queda la satisfacción de saber que uno es
útil para otros...
Qué sucede, cuando esos otros no le prestan
ni el más minimo detalle de atención a tus cosas...
Hacia dónde dar ese grito desesperado que se
hace eco en la nada...
Vivir en silencio, no es fácil y esperar días, meses
y años por una respuesta no es algo que se
puede sobrellevar, cuando tan sólo necesitas
escuchar opiniones de otr@s.
Dónde estan aquellas personas que me buscan
y me claman, "AMIGA", que una vez resuelto
sus problemas y desahogados sus pechos, se
olvidan de mi existencia...
Instantes para llorar,
porque los ojos no saben acumular tanta tristeza
y el cuerpo se ahoga en su existencia...
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MaJeLkY R.