te traen los sonidos más inciertos,
si cuentas con la mano los aciertos
no existen, fijate es tu gran tormento.
La sucia indignidad de tus maldades
se cuenta ya por pares y tercetos,
bien sabes que te esperan los abetos.
Y nadie que te llore tus bondades.
Así vas a pasar por esta vida
llevándote solo lo que sembraste,
patrañas y mentiras, y escondida:
la mala uva que tú siempre mostraste,
maletas de desdenes esparcidas
al más allá que por miedo tú odiaste.
BHLANCA
(Ana Maria)