
Cuando el destino se tornó demente
un pueblo entero es arrasado,
Puerto Príncipe fue presa inocente,
De un terremoto brutal y endemoniado.
Rescatistas con las manos vacías,
Escavando para salvar pocas vidas.
Toneladas de escombros y desgracias,
Llenaban las calles de grandes estampidas.
Confusión entre alaridos diversos,
Caos dolor y muerte acorazada.
Hambre y sed entre alaridos dispersos,
Para marcar una fecha ya jugada.
¡¡¡No me dejen morir¡¡¡ tengo miedo,
Gritan los niños que aún están con vida.
Entre lágrimas y sollozos alzan su credo,
Madres suplican piedad ante tal arremetida.
Las secuelas de un desastre causaran pavor,
Traumas imborrables a los hombres del mañana.
El valor de Haití debe ser el detonador,
Para conseguir pronta asistencia soberana.
Infraestructura, generadores de electricidad,
Alimentos, agua, medicamentos y curación.
Es deber unir esfuerzos de solidaridad,
¡¡¡Ayudemos todos para su reconstrucción!!!
Autor:IVAN CARRASCO AKIYAMA
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